Aquí estoy otra vez sentada frente a esta maquina infernal. Volvió mi secretario que es el que me obliga. Estoy muy enojada conmigo misma. Fui a ver a mi medico y al final de la consulta me pregunta cuanto pague la ultima vez, y como me dio vergüenza decirle termine pagando de más. Porque no supe defender lo mío. La rabia me va a durar bastante tiempo. Últimamente pienso mucho en la familia y comparto algo que leí que me encanto: “Debería ser un circulo de gente que se quiere”. Yo quiero a algunos pero con demasiada devoción. Los ruidos de la calle me distraen, me disperso. Aprovecho para agradecer todas las contestaciones, otra forma de conectarse sin palabras, imaginando rostros, caracteres, etc etc. Volveré a mi casa caminando despacio, mirando el cielo que se oculta detrás de un rascacielo, sintiendo la vida que fluye. Hasta pronto. Para todos los que me lean reciban la paz de Jesús.
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4 comentarios:
ay! María Elena, no quiere adoptarme?
Soy nieta Full time.
Me encantó este post, muchos necesitamos esa paz de la que habla.
que su corazón nos siga dando estos hermosos latidos.
Juana
Hola María Elena! No aflojes, siempre al principio parece aburrido esto de escribir con teclas (yo también prefiero el papel) pero con el tiempo ya verás como te entra el gustito ;)
Un beso grande.
María Elena, la felicito por el blog y sus post de soberbia inteligencia. Por otro lado, la felicito por su nieto Mauro, gran amigo mío y más que muy cálida persona.
Saludos y nos estaremos leyendo, no afloje Doña.-
María Elena: No se me achique frente a estas cuestiones raras de la cybercultura. Parece raro al principio pero una vez que se agarra el ritmo, todo fluye.
Una cosita: no le creo mucho eso de la mujer de 50 en un cuerpo de 75 hecho pelota... no sé por qué me parece que en realidad usted tiene una cabeza y un entusiasmo de 25. Y que el cuerpo la acompaña.
Un abrazo,
L.
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